Esto fue lo primero que dijimos todos mis amigos y yo cuando pisamos la playa por primera vez en estas vacaciones. Lo fuerte, se lo pueden imaginar, era las numerosas estampas de los queridos bañistas... lo que viene siendo no tener "prejención" como diría un amigo mío.
Bajamos a la playa, buscamos donde está el grupito de niñas más guapas y allí que vamos nosotros, haciéndonos los chulos con nuestra sombrilla y demás... mi amigo Paco, el guarda jurado de las cosas, porque a él bañarse... le va más la ducha que el baño, pues allí que se pone el tío, sentado en su banquito, banquito que es como el Puente del Ajolí, no, no es que esté hecho de palos podríos, es que todos los años decimos "que se está cayendo" vamos que Paquito lo rebienta pero no, no creo que bajo el banco allá un ángel rociero porque con Paco no hay quien pueda. Pues lo dicho, que mientras nosotros estamos en la orilla intentando meternos en el agua, Paco está con su banquito, su ABC y su camiseta de "Esto no es una barriga, es una camiseta con relieve", camiseta que merece capitulo a parte porque ya se pueden imaginar como es el tipazo de Paco... Bueno pues ahí quedó Paco, que todo sea dicho, es un tío grande donde los haya.
Mientras nosotros en el agua, bueno en la orilla, porque haber quien se mete en el agua con lo fría que está. Mi socio Diego que es más chulo que nadie, sin mirar si está la marea alta, baja o como esté el cuando el agua le llega a las rodillas... se tirá, a partir de que se come la segunda orilla y de que se clava todas las conchas que hay, se sale del agua con más mierda de la que entró y él disimulando el dolor se va a la sombrilla con Paco, mientras nosotros nos reímos y el va diciendo muy contento, "Yo ya... dándome mi remojón estoy tranquilo", Diego, tu te has comío toda la tierra de la orilla y te has clavado todas las conchas que allí había, pero remojón... no se yo que decirte...
Sobrevivimos en el agua, Juan, Ale, José Antonio, Jorge, Mario, la pelota de Nivea y yo. Allí nos llevamos cerca de media hora. Juan haciendo como el que nada..., Ale cuadrándose con la sombrilla pendiente de que la corriente no nos lleve..., José Antonio demostrando como sabe hacer el muerto mejor que nadie..., Jorge leyendo y comentando toda la publicidad que pasa por la pancarta esta del helicoptero..., Mario llenando la pelota de Nivea... y yo haciendo como el que nada hacia atrás mejor que nadie, aunque en realidad no me muevo del sitio...
Por fin logramos ponernos en círculo y hechar un rato con la pelota que venía con la protección de Paco, hasta que la pelota se va y una señora, muy amable la pobre, intenta cual perrito en el agua ir hacia la pelota, pero mientras nosotros vemos la triste estampa, siempre a cámara lenta de esa señora luchando contra viento y marea, nunca mejor dicho por conseguir la pelota, sin darse cuenta de que es ella misma la que la va empujando cada vez más al fondo... en fin... tampoco nos ha costado la pelota como pa ahogarnos por ella...
Salimos del agua, nos encontramos a Paco dormido y por tanto cogiendo toda la sombra y nosotros allí con las toallas al sol, tras intentar entablar conversación con las chicas de la sombrilla de al lado y viendo como ellas están concentradas en su bronceado, pues nosotros nos apuntamos también y allí que nos colocamos, al puro sol de Matalascañas a la una del mediodia y escuchando como las señoras de delante están diciendo, "Oye, viste anoche la que se ha acostao con Paquirrín?, Hay que ver, que lagarta...", "Ya hay que tener ganas... pa hecharse encima al hijo de la Pantoja..."
A eso de las dos escuchas a Diego (el que se comió la orilla) con la radio intentando sintonizar la COPE o Radio MARCA. "Ostia, las dos ya" dice Paco, "Habrá que tirá pal chiringuito, no", pues para allá que nos vamos, para el chiringuito que está hasta la corcha. Allí hemos quedao con las novias, si era difícil encontrar mesa para ocho, imaginate para 16... pues la encontramos, con dos... bueno y gracias al camarero, Enrique, que es el mejor que hay.
Bueno, pues ya estamos sentaos, los 16 en el chiringuito... se pueden imaginar la estampa? Pues no, les aseguro que todo lo que se imaginen es poco...
Continuará...
Vuestra ayuda necesito...
Hace 11 años
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